Enamorada de la muerte
Tiempo, ¿qué es el tiempo?,
algo pasajero, el trascurso de la vida, un fin y un comienzo; últimamente la
gente se preocupa mucho por el tiempo, que no alcanza, porque no dura más,
buscan un significado, en vez de detenernos un momento y admirar la vida,
contemplar la muerte.
¿Qué es vivir?, ¿quién es la
muerte?, ¿Dónde está la vida? ¿Cuándo comienza la muerte?
El tiempo es el recorrido que
tiene los regalos que le da la vida a la muerte, que el con paciencia espera.
Dos amantes apasionados pero separados por una fina línea donde se determina la
existencia y el fin de esta misma, donde las sensaciones nacen y mueren, cuando
los recuerdos son creados y olvidados.
La muerte mira con recelo a la
vida, delineando todo su ser, sintiendo como se congela con su sonrisa capaz de
iluminar el más oscuro abismo de las almas humanas
La vida le da miradas de
tristeza y comprensión al ver el fin de un recorrido que parecía infinito, al
ver el último aliento, moldeando cada musculo tenso, y perdiéndose en la belleza de sus ojos, azulados como el mismo cielo nocturno.
Tanto la vida como la muerte
vagan eternamente entre la existencia del mundo, viendo pasar el crecimiento de
la humanidad, como un corto de cine, donde de vez en cuando sus miradas se
cruzan por breves instantes, suficientes para trasmitir sus más oscuros
secretos, ambos desean más que simples miradas fugases y palabras dulces que
terminan en el amargo recuerdo de su distancia impuesta quizás por la fuerza
mayor del universo.
La muerte desea tenerla en sus
manos, para desnudarla, tocar cada centímetro de ella, para fusionarse y
perderse en sus cuerpos, saboreando la deliciosa esencia de su ser.
La vida espera sentir los
duros y firmes toques de la muerte, perderse en esas sensaciones de puro placer, y
gritar al hundirse más en el, sintiéndolo por todos lados, dejando pequeños
rastros de amor para encontrarse en la eternidad y jamás soltarse.
Sin embargo no pueden, su
relación esta maldita, al solo verse desde lejos, sin jamás tocarse, sin poder
sentir al otro, lo único que tiene son los regalos que toma todo el tiempo del
mundo para llegar a su destino, la reencarnación de un alma, la germinación de
nuevas existencias, las miradas de deseo y lujuria, las sonrisas tímidas y
dulces, gestos de cariño y el creciente amor que se expande, tan infinito como
el mismo universo y constante como el avanzar del tiempo que nunca se
detendrán.
Y esperando el siguiente Big
Bag para por fin besarse, liberando todo el deseo en una existencia hermosa,
única e infinita que la humanidad conoce como universo.
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